No nos olvidemos que las calles están abiertas; los senderos por el monte desinfectados; los paseos por el parque bien ventilados y que nuestro patrimonio cultural y natural no lo han movido y nos sigue enseñando en sus visitas. Bajo esas premisas y en nuestro entorno pedagógico de una escuela con sentido, que siente, vive y reflexiona, apostamos por abrir la escuela al aire libre.
A esto se le suma nuestro planteamiento de ofrecer un aprendizaje sin miedo a la COVID pero con mucho respeto por nuestra salud, así que vamos saliendo al monte y al bosque cercano, no sólo a respirar aire puro, sino a reencontrarnos con la naturaleza y a disfrutar de los pequeños placeres que nos regala (rayos de sol, el olor a pino, el cantar de los pájaros…), placeres que nos ofrece la naturaleza y que en muchos casos no prestamos la suficiente atención.
Escuela al Aire Libre en el Gracia
Preámbulo formativo
Llevamos varios cursos apostando por la transformación estética tanto en las clases, como en zonas comunes y patios. Una vez que reflexionamos sobre lo que ofrecemos a nuestro alumnado: en cuanto a tipos de relaciones, formas de juego, ocupación de diferentes zonas… somos más conscientes de todo lo que podemos aprender y transformar nuestra escuela. Consideramos que lo hemos sabido afrontar y abordar abriéndonos pedagógicamente a los espacios que ya empezamos a transformar, rompiendo esos cánones establecidos de pista y pelota para ir más allá, e incluso salir del centro e indagar en aquellos que colindan nuestra escuela. También es cierto que tenemos que saber usar y experimentar de la mano del alumnado, para sacarles el mayor partido y crear nuevas visiones de trabajo que nos posibiliten el aprendizaje. Tenemos claro que debemos seguir formándonos en ello, sobre todo retomando lo que el año pasado iniciamos y abriéndonos a las nuevas oportunidades que se nos está «brindando» la situación actual.
Seguimos sumando, contra pandemia, viento y marea… y para ello nos estamos formando el equipo educativo del Gracia. Un proceso que se vio interrumpido en marzo, ve la posibilidad de continuar, gracias al esfuerzo y voluntad de personas diversas que creemos que transformar la educación también implica dar una pensada al diseño de los espacios, a repensar de qué manera pueden estar diseñados para favorecer otros modelos de relación y espacios de aprendizaje cotidianos. Lejos de paralizarnos, la COVID nos ofrece la oportunidad de ampliar el espacio del centro al bosque urbano, indagar nuevas formas de integrar la acción educativa en el ámbito natural de manera fluida. Con ello aprendemos las posibilidades que nos brinda el entorno exterior y su aplicación en nuestros patios y con nuestra comunidad educativa. Este proceso de transformación constituye a su vez un punto de unión para los docentes al trabajar en torno a un foco común.
Toda esta formación contribuye a enriquecer un camino que ha ido cambiando los espacios y la oferta de nuestro patio. Quizás el proceso de reflexión que nos ha llevado a naturalizarlo nos ha hecho ser más conscientes de la importancia de la presencia de la naturaleza en los procesos de enseñanza y aprendizaje.
El patio es el primer sitio donde los niños experimentan y socializan con el exterior así que deberían estar construidos pensando en ellos, para sacarles el mayor partido posible. Creemos en la necesidad de un cambio en la transformación de los mismos; de lo mucho que tienen que ofrecer si están bien diseñados, sumado a la gran posibilidad pedagógica que nos ofrece trabajar en contacto con la naturaleza y el bienestar físico y emocional que conlleva. Un cambio educativo, que facilite la convivencia, el aprendizaje y el juego más allá de un campo pavimentado, una salida al Aire Libre, a espacios verdes, lugares vivenciales de aprendizaje en un entorno natural, introduciéndonos pedagógicamente en el Bosque Encantado.
Espacio de aprendizaje y convivencia
En el Gracia queremos suplir “el déficit de naturaleza”, más dentro del ámbito urbano, del que escribió Ricard Louv en su ensayo: “nuestro bienestar está directamente vinculado con una buena relación con ella”. Es un espacio perfecto para dar rienda suelta a la imaginación. Cuando vamos construimos cabañas; vemos a las ardillas corretear y nos pegamos con la resina de los árboles; disfrutamos del deporte, la música y la relajación al aire libre.
Disfrutamos de lo lindo saliendo a buscar en el bosque cercano algunos ejemplares de las especies de árboles que dan nombre a nuestras aulas. En nuestro cole nos hemos organizado por grupos de convivencia, apostando por bajar la ratio en lo posible, haciendo algunas unidades mixtas (lo de la mezcla de edades no nos pilla de nuevas en nuestra escuela) Y para identificarnos nos hemos puesto nombres relacionados con la naturaleza y con el espacio. El Olivo, por ejemplo, formado por niñas y niños de 2º y 3º, se adentran en la naturaleza cercana investigando sobre su identidad en el bosque. Descubrimos las aceitunas, el aceite que rezuman al presionarlas, las diferencias en el porte, en las hojas de un olivo, de un pino piñonero o de un algarrobo… Experiencias y reflexiones que enganchan nuestra atención y permiten continuar investigando y disfrutando.
Algunas aulas aprovechan su salida al campo para cantar y bailar. Tenemos la oportunidad de tener un escenario natural como el bosque para disfrutar de este arte con toda seguridad. Como dijo Kodàly «la música es tan necesaria como el aire» y más en los tiempos que corren. El bosque es un lugar para evadirnos, disfrutar y desinhibirse, al igual que la música.
El alumnado de Posidonia, 5º y 6º, sale al bosque cercano a la escuela para disfrutar de la lectura en la naturaleza y compartir reflexiones. El Espacio natural, para la quietud y el gozo de la lectura compartida dando después paso a tertulias dialógicas que enriquecen el proceso.
Multiplicidad de áreas de aprendizaje
El alumnado de 1º de primaria disfruta de la clase de inglés en el monte Gibralfaro. El entorno nos ha permitido el aprendizaje de vocabulario sobre el medio que nos rodea y a la vez, poner en práctica estructuras lingüísticas para juegos como el escondite, uso de los columpios y toboganes, etc. Repasamos el vocabulario de inglés con varios juegos haciendo uso de los materiales que nos ofrece la naturaleza. Además, en alguna salida, hemos visto una ardilla lo cual les ha llamado la atención y hemos trabajado las características de dicho animal, su tamaño y color. El aprendizaje de una segunda lengua en un entorno natural nos permite el disfrute y aprendizaje con sentido, principio pedagógico de nuestra escuela que se hace extensivo a todas las áreas.
Al monte Gibralfaro se le suma su carga histórica ya que sobre él se asienta El Castillo nazarí de Gibralfaro, anteriormente antiguo faro fenicio. Un Monte urbano cargado de historia y naturaleza que nos ofrece al alumnado la posibilidad de adentrarnos en lo geográfico y social con el objetivo de conocer las culturas que han pasado por nuestra ciudad a través de sus huellas históricas y tomar notas de contenidos de aprendizaje, sentimientos, emociones que nos servirá posteriormente en el Aula para hacer una serie de propuestas de aprendizaje.
Como rutina, los viernes las clases Olivo, Cala y Gorgonia van al monte mágico a hacer Yoga. Nos acompaña Paula, la madre de una compañera del colegio (Lola), nos da la clase y nos enseña juegos para tranquilizarnos, juegos de empatía, posturas de diferentes animales… no es obligatorio hacer yoga pero el que se compromete tiene que estar en silencio.
Los niños y las niñas de 6º, Nenúfar, ese mismo día después del recreo, coincidiendo con una de los tramos de Ed Física, han acordado realizar itinerarios al entorno. Lo especial de estos momentos son las relaciones y emociones que se ponen en juego y como han convertido en una deliciosa rutina “su foto de grupo de los viernes”, donde dejan reflejado su experiencia en una imagen de cooperación que comparten con toda la escuela.
Al aire libre dentro de la escuela
Más allá del horario del recreo el patio suele ser ocupado por la Ed. Física o por otra actividad que requiera de un espacio más amplio que las clases (encuentros, espectáculos…), de mayor amplitud de movimientos (coreografías, música…) Pocas veces se aprovechan para otro tipo de tareas ¿por qué no trasladarnos al patio para “dar mates”? La COVID nos lleva a dar respuesta a nuevas situaciones, a ser creativos, a rediseñar los espacios… Hemos repartido mesas de picnic en el patio para sentarnos a desayunar en el recreo, pero también para trabajar en pequeño grupo como en clase durante el horario lectivo.
La clase CALA, 4º, llevó a cabo su sesión semanal de Tertulias en el jardín de nuestro colegio. Se trata de un espacio siempre mágico para nuestros niños y niñas. Compartimos reflexiones y escuchas en nuestra pequeña pero acogedora zona verde.
En el patio de infantil se ha aprovechado los recursos naturales para crear una cueva en el que se potencia el desarrollo de la creatividad y la imaginación. Nunca antes una hiedra ha sido tan polivalente: por una parte, permite crear espacios de calma y tranquilidad para leer, dialogar y compartir, así como para crear escenarios de mundo salvaje como cueva de osos y dragones.
Algunas de estas propuestas han sido posibles gracias a la subvención concedida por la Consejería de Educación y Deporte a la Asociación El Gracia en Relación, para la realización de actividades de prevención del absentismo.
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