El proyecto de El Gracia
‘’LA ILUSIÓN DE VIVIR Y CRECER EN COMPAÑÍA’’
Una escuela democrática, abierta y cálida
Construimos una escuela con un propósito claro y compartido: conseguir una escuela democrática, abierta y cálida, en donde hacemos un esfuerzo diario y renovador para que una educación de calidad sea posible a pesar de los inconvenientes que nos encontremos y de los conflictos que vayan surgiendo.

La población con la que trabajamos es amplia y diversa
Conscientes de las situaciones sociales en las que vivimos la escuela tiene que dar respuestas para evitar que la brecha cultural se establezca como un síntoma permanente. Para ello, el equipo docente se encuentra en una formación continua a la búsqueda de actualizaciones que responda a los nuevos retos que surjan.
Diseñamos intervenciones didácticas que favorezcan nuestros objetivos, avanzando en las que han supuesto un éxito y reestructurando, gracias a la autoevaluación, aquellas que no han dado los resultados deseados. Además, atendemos a la diversidad familiar con la que educamos dándole acogida y participación.
El compromiso del colegio es compartido con las familias
Hacemos a las familias y al alumnado responsables de su propia educación y de la práctica de una buena convivencia.
Llevamos realizándolo desde el curso 2003/2004
El proyecto “La Ilusión de Vivir y Crecer en Compañía» ha sido nuestro principio y empuje para configurar esta escuela que queremos.
Hemos seguido trabajando de forma continuada en el tiempo desarrollando y poniendo en práctica los cuatro pilares básicos que sustentan nuestro proyecto:
Mejorándonos y renovándonos
Desde entonces hemos ido incorporando nuevas prácticas y manteniendo otras para que la convivencia sea positiva en una continuada renovación para dar sentido al proyecto y no se convierta en un peso que nos impida crecer, y sobre todo no desanimarnos ni paralizarnos. Un proyecto vivo y maduro que enmarca nuestra labor docente y visibiliza una comunidad educativa con futuro en torno a una escuela de relaciones.
Destacamos como fortalezas de nuestro proyecto:

Toda la escuela asume el proyecto como propio y la interrelación entre personal docente y no docente, alumnado y familias es cada vez más fructífera en el convencimiento de que la escuela la hacemos entre todos y todas, aunque eso nos suponga un pequeño esfuerzo añadido, sobre todo en nuestra voluntad de crear concesos al estructurar una escuela democrática. Perseveramos en la idea de que nuestro trabajo se irradie más allá de las paredes del centro.